Se trata de una medida de seguridad que se complementa a la perfección con las medidas de ventilación, higiene y distancia interpersonal, puesto que está dotado de una alerta que salta al detectar una cantidad igual o superior a 800 partes por un millón (ppm). De esa manera podremos aumentar la ventilación de cada espacio y provocar la expulsión del ambiente de las gotículas respiratorias que expulsamos al respirar, toser o estornudar.
